Después de lo sucedido en las últimas jornadas, nos encontramos en una situación límite. En puestos de descenso directo y a cuatro puntos de la salvación. Salvación que por otra parte no estaría para nada asegurada... Los predecibles arrastres que este año se vienen anunciando desde principios de temporada, se llevarían consigo (en muchos casos hasta la desaparición), hasta cuatro equipos que por méritos propios habrían eludido el descenso.
Esta complicada situación de partida, unida a la dificultad de los dos últimos partidos del calendario, hacen que el conjunto dirigido por Chema se sitúe al borde del abismo...
Y es que después de un gran año, no en puntos pero si en trabajo, los componente del equipo miramos al futuro y no vemos con nitidez cual puede ser el futuro de la entidad.
De consumarse finalmente el descenso, el Alhambra de Guijuelo no dispondría de la oportunidad de conseguir de nuevo el ascenso al no existir categoría provincial en Salamanca.
Después de toda esta parrafada, y a espensas de lo que finalmente suceda en las próximas semanas, solo quiero dar la enhorabuena a todos los componentes del Alhambra de Guijuelo, desde el presidente hasta los aficionados que han disfrutado y en mayor medida sufrido con el equipo.
Llegados a este punto, tengo que hacer especial mención a la labor de Chema. Desde el momento en el que asumió el cargo, ha trabajado con un compromiso indiscutible, transformando la idiosincrasia del club y poniendo los cimientos que hacen que el futuro se vea un poco más esperanzador.
Para finalizar, solo quiero que mis compañeros demuestren en los dos partidos que restan el mismo espíritu competitivo y el mismo compromiso para acabar de la mejor forma posible una temporada que no ha sido todo lo justa que debiera con los nuestros.
Creo que se lo debemos a toda la gente que ha confiado en nosotros y sobre todo, nos lo debemos a nosotros mismos.
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